Con una sinceridad que declara que no le interesan para nada las consecuencias dañinas que la tendencia natural a la adicción del cerebro humano le causen a millones de personas en todo el mundo, el año pasado el CEO y fundador de Netflix aseguró que su objetivo es vencer, no a otra empresa que ofrezca contenido de entretenimiento, sino a la necesidad del ser humano de dormir1Hern, Alex (2017). Netflix’s biggest competitor? Sleep. The Guardian. https://www.theguardian.com/technology/2017/apr/18/netflix-competitor-sleep-uber-facebook.
Como si fuera lo más natural del mundo, y con su carisma característico, Reed Hastings no duda en aceptar la capacidad adictiva de Netflix, la cual está explotando en la mente de los usuarios, para seguir haciendo crecer su plataforma, la cual ya está haciendo prácticamente obsoletos a los medios de contenido físicos como el Blu-Ray.
Y es que el diseño de Netflix está pensado (y siempre está siendo mejorado) para un solo objetivo: que te quedes viendo todo el tiempo posible. En este respecto no es diferente a cómo funcionan las Redes Sociales. Y, de la misma forma que las redes sociales, esto no sería nada malo si no es por el hecho de que para lograrlo explota una capacidad del cerebro humano que en este caso no es para el beneficio del dueño del cerebro, sino para el de la empresa.
La era del binge-watching
El efecto ya tiene un popular nombre en inglés: binge-watching, o la acción de mantenerte demasiado tiempo viendo contenido, a costa de muchas otras actividades que puedes estar llevando a cabo, mucho más beneficiosas que entretenerte viendo varios episodios de una serie en una sola sentada.
Verás, nuestro cerebro está diseñado por la evolución para adorar la anticipación, ese sentimiento de qué es lo que seguirá. Después de todo, estar alerta a las sorpresas les sirvió a nuestros ancestros por millones de años para sobrevivir en un medio ambiente hostil. Esa tendencia es la que cualquier buena historia explota con finales que te dejan queriendo saber más. Pero el problema es que el sentimiento de emoción no dura. La dopamina desaparece. Y queremos sentirlo de nuevo2Lewis, J. G. (2014). Why We’re Wired to Binge-Watch TV. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/intl/blog/brain-babble/201403/why-were-wired-binge-watch-tv.
Por esto, cuando podemos seguir viendo el siguiente episodio en cuanto termina el anterior, la mayoría termina viendo más episodios de los que había planeado. Perdiendo más tiempo de tu día en el proceso. Así es como Netflix promueve el binge-watching.
Y no es nada sorprendente que varios estudios ya hayan relacionado el bing-watching con una pobre calidad de sueño, con fatiga e inclusive ansiedad y depresión3Wheeler, K. S. (2015). The Relationships Between Television Viewing Behaviors, Attachment, Loneliness, Depression, and Psychological Well-Being. University Honors Program Theses. 98. https://digitalcommons.georgiasouthern.edu/honors-theses/98/.
Lo que las Redes Sociales como Facebook tardaron varios años en lograr —convertirse en una especie de adicción para gran porcentaje de sus usuarios— Netflix lo ha logrado en una fracción de esos años4Gurwitch, Annabelle (2017). Binge-watching can’t be good for you — but is it really that bad? [Video]. PBS News Hour. https://www.youtube.com/watch?v=wKiepPUu2C0, en gran parte porque ya tenía las bases que las redes sociales habían establecido.
Éxito a costa de tu tiempo
Sin duda, como negocio y como desarrollo tecnológico y mercadológico, Netflix es un proyecto admirable: un producto que aprovechó la convergencia de varias circunstancias que se alinearon para hacer la entrega de contenidos streaming posible y explotable.
Sin embargo, comentarios como el de Hastings acerca de que su competencia es una necesidad natural del ser humano como el sueño, ponen en claro que a negocios como Netflix no les interesa para nada la ética en el desarrollo de su sistema de negocio, y en consecuencia el bienestar a mediano y largo plazo no solo de sus clientes, sino de la sociedad en general.
Puede que por eso el CEO de Nexflix también sea conocido por donar parte de su fortuna a proyectos educativos. Después de todo es lamentablemente común que muchas empresas lleven a cabo acciones éticas solo para compensar en parte algún daño o explotación que provocan para como parte de su quehacer de negocios.
Hastings de hecho firmó el Giving Pledge, para donar más de la mitad de su fortuna antes de morir. Pero al mismo tiempo es una persona que declara emocionado: “adoro competir, ¡me gusta ir en contra de Disney y HBO!”. ¿A costa de qué?
Netflix no es para todos
Pero no me malinterpreten. Netflix es un gran producto: ha promovido como nunca antes la producción de series y películas de calidad en tiempos que antes se hubieran pensado imposibles. Claro que entre todo ese gran contenido también existe contenido que podríamos fácilmente considerar basura. Pero en general, el video streaming funcional existe gracias al esfuerzo de esta empresa por hacerlo realidad.
Sí, Netflix es una gran idea y un gran producto. Pero no para todos. Y no me refiero a que solamente un pequeño porcentaje de personas en el mundo tienen por ahora la capacidad de accesar al servicio. La realidad es que este servicio de video on-demand no es una amenaza aun para todo el mundo, o para la humanidad en general.
Me refiero a que Netflix es un gran servicio, pero solamente para quienes saben cómo evitar los perjuicios adictivos que causa.
Lamentablemente la tendencia al binge-watching es inherente de la manera en cómo funciona el cerebro humano. Pocas personas tienen la capacidad de ejercer la suficiente fuerza de voluntad (el término apropiado es autocontrol) para no volverse adictos. Y Netflix lo sabe. Por eso trabaja en hacerlo mucho más adictivo; para que duermas menos.
Y no le causa la menor vergüenza aceptarlo.
Y eso es malo. Muy malo.
Porque para empezar el sueño es muy necesario para la salud. Física y mental.
Adicción oficial
Pero lamentablemente comportamientos como la adicción a las redes sociales y al bing-watching, tardan en ser reconocidas oficialmente. Hasta que ya son un problema que se debe atacar, y no solamente prevenir. Hasta que ya causaron gran daño. O mejor dicho hasta que el daño que causaron es más que evidente.
Por ejemplo, en la más reciente versión del Diagnostic and Statistical Manual (DSM-5) de Problemas Mentales, solo aparece oficialmente, además de la adicción a las drogas, la adicción a los juegos de azar. Sin embargo estudios ya han sugerido desde hace años que el uso compulsivo de videojuegos, televisión, redes sociales y servicios como Netflix provoca efectos similares en el cerebro, los cuales llevan a lo que puede considerarse adicción5Potenza, M. N. (2014). Non-substance addictive behaviors in the context of DSM-5. Addictive Behaviors, 39(1), DOI: 10.1016/j.addbeh.2013.09.004.
Sin embargo, debido a que son varios los puntos que debe cubrir oficialmente un comportamiento para poder considerarse adicción, la discusión profesional sigue en pie. ¿Cuáles son esos puntos generales?6Sussman, S., & Sussman, A. N. (2011). Considering the Definition of Addiction. International Journal of Environmental Research and Public Health, 8(10), 4025–4038. DOI: 10.3390/ijerph8104025
- Compromiso con el comportamiento para lograr efectos apetitivos. Especialmente a costa de actividades importantes u obligaciones.
- Preocupación por el comportamiento. Ansiedad generada por la expectativa de seguir el hábito.
- Saciedad temporal. Sentimiento de bienestar mientras se lleva a cabo la actividad, y sentimiento contrario cuando la actividad se detiene.
- Pérdida de control. Inhabilidad de mantenerse al márgen del comportamiento.
- Sufrir consecuencias negativas. Como abandonar otros compromisos o ignorar relaciones interpersonales, o cambio en hábitos de sueño que resultan en fatiga.
Y yo le agregaría negación del problema a la lista.
Reconocer el problema
Así que pregúntate: ¿no deberías estar haciendo otra cosa en lugar de ver diez episodios seguidos de una serie telenovelesca?
¿No deberías estar pasando esas 4 horas con tu familia, limpiando, aprendiendo una nueva destreza o simplemente leyendo un libro, en lugar de frente a la pantalla?
¿Crees que es ético perder 4 horas de tu vida al día viendo series cuando hay personas a quienes no les alcanza el día para trabajar lo suficiente como para poder alimentar a su familia?
¿Vas a esperar hasta que el binge-watching se considere un problema mental oficial para hacer algo al respecto?
De nuevo: Netflix no es malo. Lo malo es no darte cuenta cuando te está haciendo perder tu tiempo. Y dañando tu cerebro en el proceso.
Y ahora sabes que Netflix no se va a preocupar por evitar que te afecte psicológica y físicamente. De hecho que esto suceda es lo que más le conviene como negocio.
Ese paso tienes que darlo tú.
Referencias
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Washington, DC.
Center for Humane Technology (s.f.). Our society is being hijacked by technology. http://humanetech.com/
Gurwitch, Annabelle (2017). Binge-watching can’t be good for you — but is it really that bad? [Video]. PBS News Hour. https://www.youtube.com/watch?v=wKiepPUu2C0
Healthline (s.f.). Recognizing an Addiction Problem. https://www.healthline.com/health/addiction/recognizing-addiction
Hern, Alex (2017). Netflix’s biggest competitor? Sleep. The Guardian. https://www.theguardian.com/technology/2017/apr/18/netflix-competitor-sleep-uber-facebook
Lewis, J. G. (2014). Why We’re Wired to Binge-Watch TV. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/intl/blog/brain-babble/201403/why-were-wired-binge-watch-tv
Page, Danielle (2017). What happens to your brain when you binge-watch a TV series. NBC News Better. https://www.nbcnews.com/better/health/what-happens-your-brain-when-you-binge-watch-tv-series-ncna816991
Potenza, M. N. (2014). Non-substance addictive behaviors in the context of DSM-5. Addictive Behaviors, 39(1), DOI: 10.1016/j.addbeh.2013.09.004.
Raphael, Rina (2017). Netflix CEO Reed Hastings: Sleep Is Our Competition. Fast Company. https://www.fastcompany.com/40491939/netflix-ceo-reed-hastings-sleep-is-our-competition
Sussman, S., & Sussman, A. N. (2011). Considering the Definition of Addiction. International Journal of Environmental Research and Public Health, 8(10), 4025–4038. DOI: 10.3390/ijerph8104025
Wheeler, K. S. (2015). The Relationships Between Television Viewing Behaviors, Attachment, Loneliness, Depression, and Psychological Well-Being. University Honors Program Theses. 98. https://digitalcommons.georgiasouthern.edu/honors-theses/98/
Yee, Hannah-Rose (2017). This is what your Netflix binge is doing to your mental health. New York Post. https://nypost.com/2017/06/15/this-is-what-your-netflix-binge-is-doing-to-your-mental-health/