Ácido Fólico

Desde ya hace algún tiempo a la fecha escuchamos y vemos en diferentes medios sobre el famoso ácido fólico. Especialmente escuchamos sobre él algo que tiene que ver con las mujeres embarazadas. Y, a pesar de que precisamente al respecto ya me habían cuestionado algunas personas, esta vez escribo sobre el tema gracias a que una plática reciente me ayudó a encontrar un enfoque, para hacerlo interesante. Qué importantes son las personas que nos hacen pensar, no cabe duda.

Nada del otro mundo

Para comenzar, el acido fólico no es nada del otro mundo, como le puede sonar a muchos por su nombre. Aunque incluso pueda parecer una sustancia dañina por como nos suena la palabra ácido, éste compuesto no es más que un miembro del ya conocido Complejo B, es decir, una de las varias sustancias conocidas simplemente como Vitaminas B.

El acido fólico (o folato) también se conoce con el nombre de Vitamina B9. Al igual que el resto de las Vitaminas B, el acido fólico es esencial para muchas funciones celulares y del organismo que tienen que ver con el metabolismo y el desarrollo del organismo. Sin embargo, el folato es especial en un aspecto muy importante y que está directamente relacionado con las mujeres embarazadas. Y de ahí su importancia desde hace algún tiempo.

La importancia del Acido Fólico

Estudios relativamente recientes han concluido y demostrado que el ácido fólico juega un papel esencial en el desarrollo celular de los primeros meses e incluso semanas del embarazo humano. Por eso es que se publica tanto la recomendación de que especialmente las mujeres embarazadas deban consumirlo durante el periodo de gestación. Pero existe un detalle que no todos saben y que los mismos doctores no explican. Pero para quienes no les gusta tomar recomendaciones sin explicaciones, para eso existe este blog.

Resulta que, debido a que el ácido fólico es primordialmente esencial (funciona como una especie de catalizador) en la estructuración del ADN a nivel molecular (es decir, la formación no solo celular sino a nivel de la formación de la molécula de ADN misma), este compuesto es necesario en suficiente concentración durante los primeros días del desarrollo del embrión, cuando se forman las primeras células del embrión que se desarrollará para formar al bebe.

Y precisamente aquí está el problema que intenta solucionar la promoción del consumo de ácido fólico. Como la mayoría de las mujeres embarazadas no lo saben sino hasta varias semanas después de la concepción, el embrión corre el riesgo de no obtener el suficiente ácido fólico para un óptimo desarrollo de las primeras células embrionarias.

El resultado de una deficiencia de folato puede llevar a muchos embriones a gestarse con problemas de la columna vertebral y del cerebro, ya que son de los primeros y más importantes órganos en formarse en las etapas tempranas del desarrollo del feto. Las principales malformaciones resultantes de una deficiencia del ácido fólico son la espina bífida y la anencefalia, discapacidades que en la mayoría de los casos son problemáticas, si no es que mortales para el niño tanto antes como después de nacer.

Casi en todos lados

Ahora bien, el ácido fólico se puede obtener de una gran variedad de fuentes alimenticias, de manera que es muy difícil que alguien desarrolle deficiencia de folato (y de ahí que nunca antes habíamos escuchado tanto sobre ese famoso ácido).

Por solo mencionar algunos, las legumbres (garbanzos, lentejas, etc.) y los vegetales de hoja verde como la espinaca, escarola, guisantes, alubias secas, cereales fortificados, frutos secos, semillas de girasol son fuentes ricas en ácido fólico. Sin embargo, la importancia de conseguirlo en suplementos se da a conocer hasta que, en las últimas décadas del siglo pasado, se comprueba con estudios científicos el lazo directo entre el ácido fólico y el desarrollo del embrión humano.

Así, se estableció que la cantidad que normalmente se obtiene de la dieta, no es suficiente para eliminar la posibilidad de que el embrión no se desarrolle con los problemas citados anteriormente. De esta forma, agregando ácido fólico extra a la dieta de una mujer en edad reproductiva (es decir, antes de embarazarse), se disminuyen significativamente las posibilidades de que cuando se embarace, el bebé desarrolle algún problema por deficiencia de ácido fólico en la etapa embrionaria.

¿Cuanto ácido Fólico?

Según dichos estudios, aunque una persona de 19 años solo requiera 400 microgramos de ácido fólico, una mujer que planea embarazarse (o simplemente que ya está en edad reproductiva y sexualmente activa) debe consumir al menos 600 microgramos de la vitamina. Y ese mismo consumo debe seguir durante todo el periodo de gestación. Bajando solamente 100 microgramos (o sea quedando en 500) en la etapa de lactancia.

Así que ya saben ahora exactamente (bueno, no tan exactamente ya que no mencioné los detalles moleculares de la absorción del folato en el organismo) por qué escuchamos tanto de un tiempo a la fecha sobre la Vitamina B9 mejor conocida como ácido fólico.