El consumo de drogas

El abuso de las drogas es algo virtualmente único de la especie humana, aunque a diferencia del lenguaje y el arte que son algo noble, el abuso de las drogas es una característica totalmente perniciosa, ya que ni siquiera actúa como un arma de doble filo (como la agricultura, de lo cual escribiré una próxima edición).

Sin embargo, a pesar de que es algo perjudicial, no es el peor de los logros o características humanas, ya que no amenaza la sobrevivencia de la civilización como lo hacen nuestras tendencias genocidas y la destrucción del medio ambiente del cual dependemos. Pero es lo suficientemente dañina y universal como para preguntarnos sobre sus orígenes.

Y como siempre menciono sobre este tipo de temas, el problema no es contestarnos la superficial pregunta ¿por qué seguimos consumiendo químicos tóxicos? En parte, eso es debido simplemente a que las drogas son adictivas ¿Por qué lo son? Eso lo explicaré después. Pero, lo que debemos preguntarnos es ¿qué impulsa al ser humano para comenzar a utilizar drogas?
Naturalmente, no existe una explicación simple a esta pregunta ya que en diferentes situaciones o sociedades las personas comienzan a consumir drogas por distintos propósitos. Sin embargo, utilizar una respuesta en ese sentido no nos lleva al corazón de la paradoja de por qué buscamos activamente algo que sabemos que es dañino. Además, contestar esa pregunta solo nos llevará a explicaciones parciales que no se aplican universalmente. Y una explicación evolutiva lo hará.

Paradojas evolutivas
Existen en el planeta varias especies animales que parecen ir en contra de los preceptos de la Evolución. Pero antes de que los creacionistas (quienes creen que Dios hizo la vida) salten de alegría, deben saber que es solo una apariencia. Una vez estudiando y analizando el tema los científicos llegaron la conclusión de que es simplemente uno de esos casos de “el menor de los males”.

Los pavorreales y otras especies de aves exóticas desarrollan y exhiben exuberantes y estorbosas colas que en realidad son un obstáculo para su supervivencia ya que, además de ser fácilmente identificables, pesan y son difíciles de mantener, lo cual los pone en muchos casos a merced de sus depredadores.

Sin embargo, la razón principal de ser de esas características es publicitaria. El propósito es mandar un mensaje a las hembras que dice: “miren, soy tan exitoso que puedo darme el lujo de ponerme a merced de mis depredadores y aun así sobrevivo”. Y el mensaje ha funcionado. Sin duda la naturaleza tiene sus formas (algunas veces incongruentes) de favorecer la reproducción de varias especies, la razón principal de ser de las mismas, al fin y al cabo.

Mensajes resumidos
Todos los animales deben desarrollar una manera rápida de mandar el mensaje apropiado a sus parejas, parejas potenciales, hijos, padres, rivales y depredadores. La evolución ha integrado en varias especies diferentes formas de mandar esos mensajes necesarios. Algunas lo traen de nacimiento (como las coloridas pieles de las ranas venenosas) y otros la desarrollan en grupo (como el acicalado en los primates), pero lo que queda claro es que el mensaje debe ser lo más efectivo y rápido posible ya que en la naturaleza salvaje los peligros siempre abundan.

De la misma forma que el resto de los animales, el ser humano evolucionó con la necesidad de mandar mensajes importantes para su sobrevivencia. Claro que, debido a la naturaleza sociable que heredamos de nuestros ancestros simios, muchos de esos mensajes son sociales, como la  publicidad de nuestro rango en la jerarquía de la aldea.

Y si conectamos los puntos podremos corroborar que el denominador común en el uso de drogas en distintas civilizaciones del planeta es el hecho de que es utilizado desde los albores de la civilización como una forma de mandar un mensaje. El mensaje dice, igual que con el caso de los pavorreales, lo siguiente: “miren, yo soy tan saludable que me puedo dar el lujo de hacerme daño y aún así sobrevivir”. Sin embargo, en nuestro caso, y más en la actualidad, es un mensaje falso.

Ya no es lo mismo que antes
Como ya han de saber por anteriores temas, el avance de la civilización ha confundido  a los humanos en muchos aspectos que evolucionaron con el paso de las generaciones precedentes. Y precisamente uno de esos aspectos es la necesidad de mandar mensajes rápidos que resuman sus características al sexo opuesto.

Por ejemplo, los rituales como la aplicación de tatuajes y las competencias peligrosas para determinar la valentía y la resistencia al dolor. Claramente la razón de ser de esos primitivos rituales es dar a conocer a la tribu (y específicamente a las mujeres de la tribu) que quienes resisten más dolor o salen triunfadores son mejores opciones para ser padres (o sea reproducirse).

Sin embargo, en la actualidad sabemos que no necesariamente alguien que sobrevive a una caída de cabeza desde 5 metros de altura tiene mejores genes que uno que no se arriesgó a intentarlo. En la actualidad sabemos que son los genes los que trasmiten la herencia y no el hecho de ser o no valiente o suertudo, y por los genes se transmiten características mucho más importantes que esas.

Pero 2 millones de años de evolución no pasaron en balde y esos genes que heredamos de nuestros ancestros suertudos aún existen en los humanos actuales… precisamente los humanos que ya no deben preocuparse por tener miedo de los tigres o por salir a cazar al bosque con arco y flecha.

Pero ese simio interior casi siempre le ganará al raciocinio, del que tanto se jacta el ser humano lo hace diferente del resto de las especies del planeta.

Sí, como no…