Desde hace ya algunas semanas, producto de haber visto el inicio de la nueva saga (o precuela) del Planeta de Los Simios, Rise of The Planet of the Apes, decidí escribir brevemente sobre el innecesariamente polémico tema de nuestro parentesco con nuestros primos los simios como el chimpancé y el gorila.
El tema además se prestó debido a que puedo relacionarlo directamente con una forma fácil de exponer qué tan nuevos somos como especie en el planeta, es decir, mostrar una perspectiva que ayude al lector a comprender que el ser humano es una especie muy joven comparada inclusive con sus parientes más cercanos.
No “venimos” del mono
Y para comenzar, es necesario aclarar que, contrario a lo que pregonan erroneamente algunas personas religiosas que debería estar mejor informadas, ningún cientifico experto en el tema de la evolución humana dice o ha dicho que nuestra especie Homo Sapiens provenga de los monos que existen en la actualidad. Ni siquiera provenimos de monos como esos que hayan existido antes. La evolución no funciona de esa manera.
Resulta que, debido a que la evolución consiste en una serie de mutaciones que se acumulan con el tiempo y en el proceso dan origen a nuevas especies, técnicamente el resto de las especies de primates (clase a la cual pertenecemos) existentes no son nuestros ancestros, sino más bien nuestros primos. Ellos son descendientes de un ancestro común entre ellos y nosotros. Un mono nunca se convirtió en humano con el paso del tiempo, sino que más bien con el paso de los millones de años, las especies se separan creando nuevas las cuáles a su vez se separan para crear otras.
De este modo, un chimpancé es primo lejano de un humano debido a que en algún lugar de la línea evolutiva, hace de hecho unos 6 millones de años, la línea de nuestro ancestro común (que no era ni chimpancé ni humano sino otra especie intermedia) se dividió en dos, separando de un lado a los chimpancés y de otro a la especie que se convertiría, con el paso del tiempo, en el ancestro de los hominidos, es decir, nuestros parientes más cercanos (o primos cercanos) ya extintos.
El quinto simio
Una vez clarado el punto anterior, podemos ahora analizar la gráfica anexa en la cual se representa, de una manera simplificada, la línea evolutiva o ancestral de las cinco especies de simios que actualmente existen en el planeta: el orangután, el gorila, el chimpancé, el bonobo y el humano.
También llamado el tercer chimpancé por el biólogo y antropólogo Jared Diamond, el humano es el resultado de una larga cadena ancestral a la cual pertenecen no solo todos los simios del planeta, sino todas las especies vivas del mismo. Pero para este tema solamente nos centraremos en la línea de los primates, los cuales aparecieron en la escena biológica hace unos 60 millones de años, justo después de la extinción de los dinosaurios y de la proliferación de los mamíferos.
La primera rama en desprenderse del árbol primate fueron los lémures y los lorises hace unos 55 millones de años. Le siguieron los monos del nuevo mundo y luego los del viejo mundo, hace 40 y 30 millones de años respectivamente. Los gibones son los últimos primates que no aparecen en la gráfica, y que aparecen en el registro fósil hasta hace 20 millones de años.
Obviamente todas las especies existentes de primates han tenido sus especies ancestrales que no sobrevivieron hasta el presente, pero como la rama que nos interesa es la del homo sapiens, solamente ésta es la que presento en detalle, aunque de manera simplificada.
Nuestra familia cercana
Nuestro ancestro homínido (la familia biológica a la que pertenecen los humanos) más lejano, que hace 3 millones de años se dividió en Australopitecus y Homo Hábilis fue una forma primitiva del primero, el Australopitecus Afarensis. Eventualmente los Australopitecus se extinguieron casi al mismo tiempo que el Homo Erectus, uno de los primos más cercanos de los humanos, justo antes de que la rama que lleva al Homo Sapiens se separara de esa línea.
Así como las Australopitecus fueron por un tiempo (mas o menos 1 millón de años) contemporáneos de los Homo Erectus, el Homo Sapiens compartió la existencia con el Neandertal, hasta que hace 30,000 años este último desapareció del registro fósil; algunos dicen que acausa de la competencia con nuestra especie, la cual, como Homo Sapiens lleva solamente 100,000 años de existencia, y solamente 10,000 de haber inventado la agricultura.
Así de nuevos somos.