El atributo físico número uno que surge una y otra vez en encuestas e investigaciones sobre las preferencias femeninas sobre el sexo opuesto es el trasero. Ese famoso músculo llamado glúteus máximus (sin alusión a ninguna película de la época romana) al parecer es el objetivo de las miradas conscientes e inconscientes de la mayoría de las mujeres cuando “checan” a los hombres.
Así, aunque los varones no siempre prestan mucho énfasis en modelar unos glúteos decentes (favoreciendo áreas más “mainstream” como el abdomen o el pecho), las mujeres encuentran increíblemente atractivo un trasero masculino bien definido. De hecho los glúteos del hombre resultan casi siempre entre las primeras 3 partes del cuerpo masculino que las mujeres encuentran más atractivas, sin importar el lugar del mundo en el que se hagan las encuestas.
Pero ¿por qué? ¿En qué le beneficia a la mujer querer un trasero varonil bien definido? ¿Beneficiar? ¿Por qué tendría necesariamente que beneficiar? Se preguntarán algunas. Pues porque, si han seguido este blog, se darán cuenta que todo atributo que la evolución integra en una especie busca beneficiar de una u otra forma a la misma… incluido el gusto de las mujeres por el trasero de los hombres en el caso de los humanos.
Lo que ellas piensan
Al respecto, y para complementar con ejemplos este post, pregunté en Facebook qué opinaban las mujeres de su atracción por los traseros masculinos. Aunque una que otra contestó que nunca se había interesado en el tema o que simplemente le daba igual, la gran mayoría de hecho confirmó que “las pompas” masculinas prominentes les resultaban sumamente atractivas.
Con opiniones como “…es que se ve más sexy su caminado”, “…es que la verdad si se ve triste que parezcan tablas”, o “…pa’ agarrarlo bien a la hora de la hora”, la mayoría de ellas se refirieron más al deseo instintivo de “antojo” que a una explicación que sonara convincente en los términos que en realidad interesan cuando se trata del comportamiento humano: los evolutivos, o, en otras palabras, la razón del origen de ese comportamiento en la biología de la especie.
Así que, veamos cuál es la razón de esa fijación de las mujeres con el trasero masculino torneado. Y de una vez les digo, no es por la misma razón que a los hombres, como algunas mujeres piensan y expresaron en su opinión.
Lo que no piensan
Pues resulta que en términos evolutivos, un gluteus máximus bien desarrollado denota instintivamente para una mujer poder y fuerza en el hombre que lo pose. Así, precisamente ambas son atributos que posee un buen cazador y, en consecuencia, un buen proveedor. Esto claro en realidad en combinación con unas piernas atléticas y poderosas, pero el caso es que un trasero torneado llama primero la atención.
Las mujeres tienden a preferir traseros que sean musculares y torneados que sean capaces de “llenar sus pantalones” y a los cuales “se puedan agarrar”. Pero no por razones estéticas de moda ni por razones “prácticas” a la hora del sexo (como muchas tienden a suponer), sino por la sencilla razón de que un trasero torneado y desarrollado es una señal de unas probables extremidades inferiores atléticas y un mejor desempeño específicamente a la hora de correr. Resulta que estudios científicos han demostrado que los músculos del trasero son una pieza esencial en la habilidad del ser humano, más que para caminar, para correr, y de ahí su importancia en el desempeño atlético del hombre y su capacidad para haber sido un mejor proveedor durante la historia evolutiva de nuestra especie.
En otras palabras, a las mujeres les llama la atención un trasero masculino desarrollado debido a que en el pasado (en los tiempos de cazadores-recolectores en los que nuestra especie pasó decenas de miles de años), esos individuos tendían a ser los mejores cazadores al poder desempeñarse mejor en las largas carreras que tenían que sostener cuando seguían a sus presas. Puesto de otra forma: los “traserudos” aguantaban más las “correteadas” de las especies animales de las que obtenían la esencial carne para la alimentación de sus familias.
El trasero se trata en familia
Así que, como casi siempre en este tipo de temas, llegamos a la conclusión de que lo que las mujeres crean como razón de ser de su “afición” por los traseros masculinos torneados, no es en realidad la razón de ser de esa predilección. La evolución se ha encargado de no tener que hacerlas pensar y simplemente hacerlas que se les antoje y listo.
Además, al final, ni siquiera es para el beneficio de la propia mujer, sino más bien de sus hijos o posibles hijos, al ser en la práctica el trasero desarrollado una señal de un hombre que puede ser mejor proveedor para la familia, no solo para la mujer.
Pero ahí andan ellas queriendo pensar que es sólo por que los hombres se ven más sexys. Como ahora ya no necesitamos salir a cazar para sobrevivir.
¿Y qué pasa en el caso del trasero femenino? Ese detalle lo tratamos en El Trasero Femenino y la Inteligencia.
Si te interesa saber más sobre otras distintas formas en que nos gusta creer las razones equivocadas por las que tenemos ciertas preferencias, dale una leída a La Evolución te Engaña.
TIP PRÁCTICO PARA LOS HOMBRES (y para las mujeres que tienen a su hombre “desnalgado”): Recuerden que la frase clave aquí es “muscular y torneado”, no suave y exagerado. Construir unos mejores glúteos y piernas también les ayudará a incrementar la liberación de testosterona anabólica y hormona del crecimiento, en mayor cantidad que trabajando solo la parte superior del cuerpo. Esto les puede ayudar a tener mayores efectos en la mejora de la musculatura de todo el cuerpo. De la misma manera puede ayudar a que la ropa les quede mejor, otro factor importante a la hora de ser atractivo para las mujeres.