Debes perder grasa por una sola razón

La grasa y tu Cadera-Cintura

Si tienes más grasa corporal de la que necesitas, posiblemente sepas que deberías deshacerte de ella pero por una u otra razón no lo logras, o ni siquiera inicias con el proceso.

La razón principal para deshacerte de esos kilos puede ser principalmente estética para “sentirte bien contigo misma” por el simple beneficio de aumentar tu “autoestima”. Sin embargo, la razón inconsciente puede ir más por el sentido de para que los demás te vean mejor. Y más específicamente para que los hombres te vean mejor.

Y es una razón totalmente válida (aun para quienes la niegan). Es más: es evolutiva.

Pero no debe ser la más importante.

Sí, la grasa de más es mala por razones de apariencia y comodidad, pero si esa grasa de más está especialmente alrededor de tu cintura, y más específicamente esa grasa está alrededor de tus órganos viscerales como hígado, corazón, riñones, páncreas e intestinos, no solamente tu autoestima y capacidad de atraer al sexo opuesto serán las que sufrirán; también lo hará tu metabolismo.

Siempre lo hemos sabido

Como con muchas otras cosas que en la modernidad nos gusta negar, la naturaleza desde hace mucho nos ha mostrado instintivamente lo que debemos hacer.

¿Cómo prefieren a una mujer físicamente la mayoría de los hombres del planeta? No, no es voluptuosa, aunque para gran parte es cierto. Tampoco es una mujer delgada, al menos no estrictamente por el hecho de tener mínima grasa corporal. Tampoco es una mujer perfectamente torneada en el gimnasio, aunque adquieren una gran ventaja.

Cualquiera de ese tipo de mujeres puede gustarle a la mayoría de los hombres, pero solo si cumple con una medida que resume fácilmente sus probabilidades de ser saludable.

Ya sea delgada, llenita, musculosa o voluptuosa, lo que instintivamente hace al hombre considerarla “sexy” no es si tiene o no mucha pierna, si tiene o no grandes pechos, o si tiene o no mucho trasero.  Es su proporción cintura-cadera.

La importancia de la proporción

Proporción Cadera-Cintura¿De dónde creen que viene el término “gordibuena”? ¿Por qué creen que hay chicas delgadas (mas no esqueléticas) que no atraen tantas miradas como otras menos delgadas?

Simple. Si se nota la diferencia entre la cintura y la cadera, llamará la atención. Y entre más se note, mayor será esa capacidad de llamar la atención. Divide la medida de tu cintura entre la medida de la cadera y, en términos generales, entre más se acerque al 0.7, mejor. ¿Por qué?

Porque la grasa en la cintura, especialmente en la mujer, es más peligrosa de lo que puedes creer.

Este tipo de grasa (la panza, pues) es doblemente dañina para tu organismo porque desencadena reacciones inflamatorias y disruptivas hormonales que la convierten en más que solo peso extra.

Las condiciones ya relacionadas directamente con esta grasa son varias, desde la obvia obesidad y el cada vez más común síndrome metabólico, hasta el cáncer, desordenes autoinmunes y enfermedades del cerebro.

Por algo el ancho de tu cintura puede usarse para calcular qué tan saludable eres y serás. Porque además esta medida puede predecir tus retos de salud futuros y hasta tus probabilidades de mortalidad. En pocas palabras, entre más ancha tu cintura mayor es tu riesgo de enfermedades y muerte. Inclusive esa gordura puede predecir cambios adversos en tu cerebro.

¿Por qué evolucionó esta capacidad del hombre de “tijerear” la proporción cadera-cintura femenina? Por una sencilla razón: una mujer más saludable tiene más posibilidades de ser madre, y por más tiempo. Lo siento, la naturaleza no toma en cuenta “equidades” culturales modernas cuando se trata de reproducción.

La grasa no vive mucho

Por si fuera poco, además de que la gente delgada vive más tiempo, la gordura tiene menos posibilidades de llegar cuerda a una edad avanzada.

Estudios han corroborado que entre más grande tu panza (o sea mayor tu proporción cadera-cintura), más pequeño es tu cerebro. Específicamente tu hipocampo, el centro de memoria. Y si tu hipocampo se reduce, también lo hace tu capacidad de recordar porque su eficiencia (a diferencia de otras partes del cerebro) sí depende del tamaño.

Así que, si las mayores probabilidades de morir o vivir enferma toda tu vida no son suficientes, debes tomar en cuenta que tu gordura te puede provocar locura.

Esas papas fritas tienen su costo. Y no es lo que dice el empaque.