“Al menos los fumadores socializan entre ellos en el área de fumadores. Los adictos al celular no.”
-Simon Sinek
Las redes sociales web ya son una adicción para muchos.
Las generaciones que están creciendo con ellas, pueden saber que tomar alcohol antes de la mayoría de edad no es bueno (la razón biológica es que afecta mucho más la interconexión neuronal de individuos que apenas se están desarrollando), pero lo que no consideran aun es que las recompensas de consultar notificaciones de tu perfil de Facebook o Instagram es para el cerebro lo mismo: una adictiva distracción que rellena en la mente la misma necesidad que el alcohol.
Y no solo eso.
Las redes sociales web están promoviendo la falta de interacción física de una especie que depende de la interacción. De la real, no de la virtual.
Aunque este tema ya lo abordamos en una publicación anterior, esta vez ahondaremos en los efectos que está causando nuestra transición a una cultura de la inmediatez. Redes sociales incluidas.
Y el problema con esto es que no es algo que nos encontraremos en el futuro. En este momento, cada vez hay más niños con problemas emocionales que se están convirtiendo en adultos con traumas psicológicos debido a que las nuevas generaciones están creciendo con adicciones a simuladores de relaciones.
La mayor prueba: sentimos que debemos tener el teléfono cerca en todo momento.
Gratificación Instantánea
Vivimos hoy cada vez más en un mundo que promueve la gratificación instantánea. Tener lo que queremos en este momento. Sin esperar. El problema es que llegan puntos en la vida en los que no puede existir la gratificación instantánea. Por más que lo deseemos.
Sin embargo, para bien y para mal, no tenemos que esperar para muchas cosas. Ya no. Y nos estamos acostumbrando a ello.
Pero, el trabajo, tu carrera y las valiosas relaciones toman tiempo y paciencia. No puede ser de otra forma. Pero ya no queremos eso. Y mucho menos lo quieren las nuevas generaciones.
Para los conocidos como milenials, quienes están creciendo con las nuevas tecnologías que sustituyen las verdaderas relaciones sociales, no existen las restricciones para su nueva adicción ya que nuestra sociedad aun no considera que el equivalente de antes de consultar cada rato tus redes sociales es: “¿tienes problemas? Aqui hay vodka para que te sientas bien mientras dura el efecto del alcohol.”
Evitar la adicción
Para trabajar en tu adicción, o tendencia a hacerte adicto y que esto afecte el futuro (y siga afectando el presente) de tus relaciones, para empezar considera que un teléfono en la mano o en la mesa, afecta a tus relaciones poco a poco por el simple hecho de lo que significa inconscientemente para la otra persona: “no soy ni tan importante, ni más de lo que consulta en su teléfono”.
Después de considerar lo anterior, y aceptarlo, practica las siguientes recomendaciones:
- Ningún teléfono en la mesa cuando se come. Y no, volteado y en “mute” no cuenta. Lejos de la mesa.
- Ningún teléfono en la mano cuando se platica con alguien.
- Nada de despertar con el teléfono cerca. Ponlo lejos de tu cama antes de irte a dormir.
- ¿Sales con tu pareja? Dejen los teléfonos en casa. Obviamente si tu trabajo no depende de la inmediatez.
- Un niño no necesita un teléfono. Muy pocos niños necesitan una tablet. Y muy pocos de esos niños deben usarla sin supervisión. En todo momento. Un aparato no es una niñera ni sustituye a los padres. Supervísal@.
- Para un niño, utilizar tecnología que reemplace las actividades naturales de su crecimiento causará un impact negativo en su presente y su futuro. Cuando le quieras dar acceso a algún entretenimiento digital siempre pregúntate: ¿el beneficio para el niño será mayor que el perjuicio?
- La idea no les gustará a muchos. Hasta sonará políticamente incorrecto. Pero si queremos evitar problemas emocionales futuros con toda una generación, hay que prohibir los teléfonos y tablets personales en las escuelas. No se necesitaron antes. No se necesitan en realidad. Son más perjuiciosos que beneficiosos para la mayoría de las mentes en desarrollo.
- Prohíbe los teléfonos en reuniones y en general en el trabajo. Es más, si puedes, en todo el edificio, si tu trabajo no depende de la conectividad, claro.
Y tomen en cuenta que estas recomendaciones vienen de un tecnólogo y, aun más, de un racional que naturalmente no necesita el mismo nivel de sociabilidad que el resto de la población.
Pero los resultados de no actuar en este sentido los estamos viendo ya. Y los veremos cada vez más en la sociedad en general, en tus propios grupos de amistades y hasta con tu propia pareja.
Las redes sociales web y la tecnología de comunicación móvil son un gran avance para la humanidad y una gran herramienta con grandes beneficios.
Pero, como cualquier arma, tienen su doble filo.