Ya he explicado varias razones por las que todo el mundo debería preocuparse por deshacerse de esos signos de obesidad.
Y no solamente por la obvia razón de lucir una mejor figura (eso SIEMPRE será una buena razón, independientemente de la justificación que quieran inventarle).
Pero también (y de hecho principalmente) debes hacerlo por tu salud.
Pero, como lamentablemente los resultados de perder grasa extra solo serán disfrutados a mediano y largo plazo, esas y otras razones ya abordadas pueden no ser suficientes para ponerte a quemar calorías. O al menos dejar las harinas y los azúcares.
Pero es probable de que el prospecto de perder la cabeza, o al menos perder inteligencia pueda convencerte a tí o a otros.
Entre más grasa menos cerebro
Estudios científicos recientes en individuos de mediana edad han asociado significativamente la cantidad de grasa visceral (la que se junta alrededor de tus órganos, o sea a lo que llamamos panza) con la reducción del volumen cerebral total.
Uno de estos estudios, publicado en Annals of Neurology y en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sugiere que esta asociación es especialmente fuerte en el caso de la obesidad central, más que para que el tejido adiposo general, y “es particularmente prominente para el componente de grasa visceral de la obesidad abdominal”.
En otras, y más sencillas palabras: entre más grande tu panza y tus “lonjitas” más pequeño será tu cerebro.
Por si esto fuera poco, la obesidad en la mediana edad también está asociada con un aumento en el riesgo de demencia como la enfermedad de Alzheimer y la de Parkinson.
No toda obesidad es la misma
Así, estudios como este siguen corroborando que la grasa que se junta en diferentes partes de tu organismo no ejerce el mismo efecto, y en consecuencia provoca riesgos diferentes.
Por ejemplo, la obesidad abdominal y visceral también está más asociada con riesgos cardiovasculares que tu índice de Masa Corporal (BMI) general.
Y ¿qué es lo que provoca principalmente el acumulamiento de la peor grasa de todas en nuestro cuerpo? De acuerdo al Dr. David Perlmutter, autor de Grain Brain, el el consumo de carbohidratos y azúcares, dos de los alimentos más comunes (y procesados) que existen en las dietas de la mayoría de los países desarrollados y en desarrollo.
Por así decirlo, los panes, las pastas y todas esas bebidas con azúcar añadida nos están haciendo, además, más tontos.
¿Quieres más razones?
Y por si el riesgo de perder tu capacidad de pensar efectivamente mucho antes de lo esperad naturalmente no fuera suficiente, el exceso de grasa, especialmente en tu panza, también te predispone a:
- Mayor inflamación. La cual, además de obligarte a una vida de quejas por tu mal estado general de salud, con el tiempo fomenta hasta los tumores cancerosos.
- Alto riesgo de diabetes. ¿Necesito añadirle más?
- Más difícil perder peso. Como muchos ya saben, la grasa visceral y alrededor de tu panza es la más difícil de desaparecer y además fomenta la permanencia de la grasa en otras partes del cuerpo debido a su influencia hormonal.
- Mayor riesgo de padecimientos cardiacos. Más que la grasa en otras partes, es la grasa abdominal la que es mayor indicador de futuros problemas cardiacos.
- Más probabilidad de sufrir depresión. La grasa visceral es tan influyente en tu organismo que hasta fomenta la tendencia a la depresión. Por algo la mayoría de quienes consumen antidepresivos están pasados de peso y viven en países desarrollados con altos grados de obesidad.
- ¿Quieres más razones para quemar esa grasa a la que ya hasta te acostumbraste? El exceso de peso también fomenta artritis, disfunción sexual y desórdenes del sueño.
Así que, a quemarla y evitar que siga acumulándose.
Por MUCHAS razones.