Muchos hemos leído o escuchado la idea de que la belleza femenina es subjetiva y que especialmente que el estándar de lo que se considera atractivo en el cuerpo femenino ha cambiado con el tiempo y que es diferente en cada cultura.
Aunque este concepto tiene cierto grado de certeza, la cruda realidad es que lo que nuestra especie humana ha considerado atractivo en el sexo femenino durante decenas de miles de años no ha cambiado tanto como quieren creer muchos. Ni por las razones que muchos conjeturan.
No es solo moda
En mensajes que promueven la concepción de que la belleza femenina de la delgadez moderna no es más que tendencia cultural, organizaciones y personas se quejan de que se promueva en los medios la idea de que una mujer delgada es más atractiva que una gordita y, aunque sus intenciones pueden ser buenas, no es razón para esparcir ideas fundadas en todo menos historia, investigación médica y, lo más importante, principios evolutivos básicos.
Cuando se trata de salud y armonía con la naturaleza, ser políticamente correctos antes que realistas, solamente nos meterá en problemas. Eso es lo que no comprenden organizaciones como la National Association to Advance Fat Acceptance (NAAFA) y autores de libros como “Fat is a Feminist Issue”, que buscan hacer pensar a la gente que ser delgada es una moda impuesta por la cultura y hasta específicamente por el “machismo”.
Pero la realidad es evolutiva y, por más que queramos sacarle la vuelta, está ahí para probarnos histórica y científicamente que sí existen los estándares de belleza naturales (más técnicamente, las señales atractivas para el sexo opuesto), y la cantidad de grasa en la mujer es uno de ellos, independientemente de la cultura o el tiempo.
La delgadez de los concursos de belleza
Uno de esos mitos que se han promovido, por ejemplo, es el que dice que el BMI (Índice de Masa Corporal) de las ganadoras de Miss America antes era mayor que hoy y que constantemente ha bajado.
El BMI es el índice que mide la relación entre el peso y la altura de una persona para establecer una base que ayuda a medir en una tabla la cantidad de grasa desde Severamente Baj@ de Peso hasta Extremadamente Obes@. Puedes conocer más al respecto en un artículo anterior, pero el punto es que el BMI es una medida general del nivel de grasa en el cuerpo y el ideal ronda entre 18 y 24.
El mito de que el BMI de Miss America ha bajado es solo eso, un mito, debido a que si analizamos la tabla de promedios desde los años 20’s nos daremos cuenta de que, de hecho ha subido.
Década | Edad | Altura | BMI |
1920’s | 17.33 | 64.92″ | 21.01 |
1940’s | 19.2 | 67.15″ | 19.47 |
1960’s | 19.5 | 66.52″ | 19.24 |
1980’s | 21.6 | 67.1″ | 18.26 |
2000’s | 23 | 65″ | 20.3 |
Analizando esta resumida tabla, ¿crees que por el BMI en realidad ha bajado? Lo que revela es que se ha mantenido estable en promedio durante todo el siglo.
Y si no te convencen 100 años de historia, pasemos a un indicador de la belleza femenina mucho más confiable y antiguo.
La Proporción Cadera Cintura
Como ya lo abordamos de manera somera anteriormente, una de las principales señales atractivas, especialmente de la mujer hacia el hombre, es la proporción cadera cintura (WHR).
Aunque el BMI ideal también se ha estudiado por registros históricos y de igual forma se ha mantenido estable por miles de años, la proporción cadera cintura es un mejor indicador de la atracción femenina debido a que está directamente relacionado con el BMI y a que es una señal más fácilmente leída inconscientemente, sobre la salud y fertilidad de la mujer.
Y el estándar de rondar los 0.7 en esa proporción aparece a través de la historia tanto moderna como antigua precisamente debido a que biológicamente es una señal de la cantidad apropiada de grasa en la mujer, no solo en general, sino específicamente en los lugares donde se requiere: las caderas y los senos.
Y por cierto, el índice cadera-cintura también se ha mantenido cerca del 0.7 tanto en las medidas de Miss America como Miss Universo. Aunque las veas a veces muy delgadas.
Cuando en realidad cambia, es por otra cosa
Sin embargo, el estándar de belleza femenina sí cambia y ha cambiado.
Pero no lo hace por “modas” o por “machismo” ni por ninguna razón similar. Lo hace dependiendo de la disponibilidad de comida y de los recursos económicos.
Así, en el espacio como en el tiempo, culturas con menos posibilidades de buena nutrición calificarán mejor un BMI y un WHR mayor debido a que en una sociedad donde la mayoría solo puede nutrirse para sobrevivir, serán mucho más preciadas las mujeres con grasa de más, lo cual les dará más posibilidades no solo de sobrevivir sino de alimentar a un hijo.
En cambio, en culturas o tiempos con mayor acceso a alimentos nutritivos, los hombres preferirán inconscientemente como más atractivas a mujeres con BMI y WHR menores debido a que serán mucho más saludables comparadas tanto con la desnutridas como con las obesas.
Porque la obesidad es más dañina de lo que much@s quieren creer. Y en nuestros tiempo y lugar, el exceso de comida es el problema y por lo que tanto el BMI como el WHR bajos serán más atractivos. Aunque no le guste a much@s.
Así que, antes de creer ideas que sólo se preocupan por la “inclusividad” por razones políticamente correctas, analiza lo que dicta la naturaleza. Puede parecer cruel, pero si la especie humana existe hoy para esparcir ideas hasta erróneas, es debido primero a la biología antes que a la política.