¿Han escuchado ya las leyendas urbanas que están circulando relacionadas con los terremotos recientes en el centro y sur de México?
Como es de esperarse, y esta vez no es para menos, las teorías conspirativas y paranormales han surgido de nuevo, esta vez alrededor de la serie de tragedias que han estado sucediendo en el centro-sur del país. Debido a que el cerebro humano tiene la tendencia a encuentra significados, por razones que ya analizamos antes, solamente hacen falta unas cuantas coincidencias para que la gente trate de encontrarle significado. Lo tengan o no.
Y este es el caso de los temblores de las últimas semanas. Así que contestemos de la manera más sencilla algunas de las preguntas que tanto hacen dudar a la gente en estos días.
¿Están relacionados los huracanes con los terremotos y el calentamiento global?
No. Todos estos son fenómenos independientes. Aunque en cierto modo la Tierra es un sistema de fenómenos y algunas veces ciertos fenómenos están conectados o son afectados por otros, los temblores son producto del movimiento de las placas tectónicas en la corteza de la Tierra, y en cambio los huracanes son producto del movimiento del aire en la atmósfera. Y ambos movimientos se producen por razones independientes.
Así que, para comenzar, debemos comprender que el hecho de que hayan sucedido estos dos tipos de fenómenos en una zona no es más que coincidencia, debido a que esa parte de México se encuentra tanto en la zona de paso natural de los huracanes como en una zona de subducción de placas tectónicas. Y esta vez tembló en tiempo de huracanes.
Además, no necesitamos cambio climático para que este tipo de coincidencias sucedan. Lo único que necesitamos es que un terremoto o serie de sismos coincidan con la temporada del año de huracanes.
Así que ya no te preguntes “¿Es solo coincidencia que tantos fenómenos y tragedias sucedan en la misma zona?”, porque de hecho lo es. No le busques tres pies al gato.
¿Son señales del apocalipsis? ¿La Tierra está enojada? ¿El mundo se acaba pronto? ¿La Tierra nos recuerda el sismo del 85?

Las principales capas de La Tierra.
Para responder a esta pregunta solo necesitamos una pequeña clase de geología. Específicamente de tectónica de placas. Y este tema ya lo habíamos abordado hace unos años con el terremoto de Chile y el tsunami de Japón, así que sugiero lean esos posts para que su mente se aclare un poco debido a que la razón de los terremotos recientes es similar a la esos otros dos casos. De cualquier forma te lo explico rápidamente.
Como debes recordar de tus clases de primaria y secundaria, la Tierra no es una esfera sólida: está formada de distintas capas de material con distintas densidades. La más exterior de esas capas, sobre la cual vivimos se llama corteza, y, de la misma forma que la corteza de un árbol como el encino, esta capa se quiebra en distintas partes (pero con el paso de los millones de años) y forma lo que llamamos placas tectónicas.

Las principales placas tectónicas dela Tierra.
Estas placas, que son como piezas de rompecabezas, flotan sobre la capa de la Tierra directamente debajo de ella, a lo que llamamos el manto. Esta capa de la Tierra es como un mar de material viscoso y caliente de donde proviene el magma que alimenta los volcanes, y sobre esta capa las piezas de la corteza siempre se están moviendo muy pero muy lentamente.
Debido a que se mueven sobre el manto, las placas tectónicas interactúen entre ellas de distintas formas, ya sea raspándose, sobreponiéndose, chocando, o una combinación de estas. Esto, de igual forma, lo hacen muy lentamente.

Interacción entre la Placa de Los Cocos y la Placa Norteamérica.
Y así llegamos a la razón de los terremotos en el centro-sur de México. Porque resulta que a todo lo largo del pacífico mexicano se encuentran dos placas tectónicas y la manera en que éstas interactúan en esa parte del planeta se llama subducción, lo cual es solamente una palabra compleja para describir el hecho de que una se mete debajo de la otra.

El proceso de subducción.
La Placa de los Cocos, al sur de México en el océano pacífico, se desplaza hacia el norte metiéndose debajo de la placa Norte América (sobre la cual está la mayoría de México, menos Baja California), lo cual con el paso del tiempo debajo de la Fosa de América Central (donde fue el epicentro del temblor del 9 de septiembre) genera el suficiente estrés entre las rocas como para producir un movimiento brusco de la corteza, de la misma forma que una cadena transportadora puede atorarse y, después de un tiempo, liberar la presión saliéndose del riel por el que se desplazaba.
Esta acción es lo que provocó el sismo de 8.2 grados del 7 de septiembre, pero ¿qué explica el sismo del día del aniversario del gran sismo del 85?

Zona de subducción debajo del sur de México.
A o largo de la zona de subducción de placas, el material que se introduce debajo de una de las placas también ejerce presión que se acumula más adelante del punto donde convergen. En el caso de la placa de Los Cocos y la Placa Norte América, el punto donde convergen es a todo lo largo del pacífico mexicano es la Fosa de América Central en el océano, y adivinen qué existe más al norte, dentro del país, siguiendo la línea de la Fosa de América Central. Volcanes.
Todos los volcanes del centro de México son producto de esta subducción de la placa de Los Cocos debajo de la Paca Norteamérica, de modo que directamente debajo de esta línea volcánica parte del magma que se acumula producto de la subducción, ale a la superficie al acumularse el material y la presión. Y de la misma forma, esa presión antes de hacer subir el magma genera más terremotos.
Terremotos como el de Puebla del 19 de septiembre.

El cinturón volcánico trans-mexicano, también conocido como Eje Neovolcánico.
Así que, si lo que sigue son erupciones volcánicas en la zona, no vayan a creer que se está acabando el mundo. Es normal. Técnicamente es lo más normal del mundo.
Pero unos homínidos que llevan existiendo 200 mil de los casi 4 mil millones de años que ha existido la vida planeta, no van a tener frescos en su mente fenómenos que suceden en periodos de cientos o miles de años. Si se les olvida lo que pasó hace sólo algunas décadas…
Ahora bien, nos queda una pregunta.
¿Por qué no sonó la alarma para el temblor de este 19 de septiembre si los terremotos ya se pueden predecir?
A esto les dejo claro: LOS TERREMOTOS NO SE PUEDEN PREDECIR. Sí, en mayúsculas: NO SE PUEDEN PREDECIR.
Independientemente de lo que hayan escuchado o leído, en el presente existe la tecnología ni los conocimientos para poder predecir los terremotos. Demasiadas variables entran en juego en estos fenómenos y sus razones. Además, se producen decenas de kilómetros debajo de nuestros pies en zonas del planeta a las que no hemos llegado y que difícilmente podemos estudiar directamente.
Ahora te preguntarás: ¿y entonces qué es la alarma de temblores que (a veces) funciona en la Ciudad de México y que les avisó a los capitalinos del temblor del 7 de septiembre?
Su nombre lo dice: es un sistema de ALERTA. Una alerta a que algo se acerca porque ya se detectó sucediendo, no porque se haya predicho.
Aunque es una gran ayuda y un gran avance, las alertas de terremotos son simplemente un sistema de aviso adelantado de que una interacción de placas está sucediendo en algún punto, y el sistema manda un mensaje gracias a la tecnología a los lugares cercanos al fenómeno mientras este ya comenzó a avanzar.
Por eso solamente funcionó 50 segundos antes de que sucediera en el caso de la ciudad de México. Porque lo que se monitorea es la zona de subducción de placas al sur del país y es el tiempo en que tardó el movimiento de la placa en llegar al centro de la república. Pero gracias al sistema de alarma, el cual viaja electrónicamente, lo supimos antes.
Pero eso no es predecirlo. Si quieres seber más sobre por qué no se pueden predecir los terremotos, El Robot de Platón te lo explica brevemente en este video.
Y debido a esto, para el caso del terremoto del 19 de septiembre la alarma no sonó varios segundos antes sino casi en el momento que el temblor comenzó. ¿La razón? La cercanía del epicentro que esta vez fue debajo de los estados centrales de México, razón por la cual la devastación fue mayor aunque la intersidad en el epicentro haya sido menor que la del sismo del 7 de septiembre.
Así que ahora ya tienes razones y conocimientos para no creer ni diseminar “noticias” y rumores sobre la predicción de terremotos. La gente que no sabe lo seguirá haciendo, pero ahora ya sabes por qué no debes hacerles caso ni promover las leyendas urbanas y la psicosis colectiva.

Algunos volcanes del Cinturón Volcánico Trans-Mexicano.