Es una industria de miles de millones de dólares en todo el mundo. Muchas mujeres hasta invierten más en el maquillaje que en su propia salud. Y no es nada nuevo, ya que ha existido por decenas de miles de años de una forma u otra.
En el mundo moderno lo tomamos por normal y casi obligatorio, de modo que no nos detenemos a preguntarnos una sencilla pero importante pregunta: ¿por qué existe en realidad el maquillaje?
Y ya sabemos las respuestas rápidas a esta pregunta; pero como ya saben si siguen este blog, aquí buscamos las respuestas últimas, es decir las que se van al origen, no las que responden superficialmente. Y aquí es donde radica la importancia real de saber por qué existe el maquillaje.
El maquillaje no es para ti
Una de las primeras respuestas políticamente correctas que las mujeres contestan cuando se les pregunta por qué utilizan maquillaje es “para mejorar mi autoestima”.
Y esta típica respuesta no solamente es políticamente correcta, sino además utiliza el sesgo de confirmación para que haga sentir satisfecha a quien la da.
Pero para nada es la razón real de por qué utilizan tantos productos cosméticos. La respuesta real, como casi todo en psicología evolutiva, es inconsciente y con el tiempo se ha querido olvidar por razones de correctitud política o moral.
Veamos.
Supernormal stimuli
Promovido por la bióloga evolutiva Deirdre Barrett, el concepto de estímulo supernormal (supernormal stimuli) se refiere a la capacidad de una tendencia de preferencia, heredada por la evolución, a confundir cualquier estímulo que la exagere, haciendo a esa característica más atractiva de lo normal.
Esto precisamente es la razón evolutiva por la cual el maquillaje existe. Y por la cual es un negocio de miles de millones de dólares.
El maquillaje es un estímulo supernormal para el instinto del sexo opuesto de buscar los signos superficiales y rápidos de evaluar de belleza, los cuales indican simetría y hasta cierto punto salud, tanto general como reproductiva en la mujer.
Es decir, el maquillaje existe para hacer a las mujeres más atractivas en relación con su salud y su capacidad de ser madres de un hijo saludable. Así de simple. Toda justificación aparte de esa para utilizar maquillaje en una mujer heterosexual, es secundaria o un autoengaño.
Lo que simula el maquillaje
El maquillaje existe para mejorar en apariencia una serie de aspectos que se consideran naturalmente atractivos desde el punto de vista evolutivo, como:
- Simetría facial. La simetría es uno de los principales marcadores de belleza. Estudios han comprobado que una rostro simétrico se encuentra más atractivo que uno que no lo es.
- Disposición de grasa. El rostro puede indicar indirectamente la cantidad de grasa y su disposición en el cuerpo en general. Y ya sabemos lo importante que es la cantidad y la disposición corporal de grasa para la salud y la reproducción.
- Circulación sanguínea. Lo rojo de las mejillas es un indicador de varias características, entre ellas la salud de la circulación sanguínea y la edad reproductiva.
- Forma de la cara. Ciertas formas y estilos de rostros se consideran más atractivos que otros, no necesariamente por indicadores de salud sino simplemente por diferencias que han evolucionado como más atractivas que otras para el único objetivo de llamar más la atención, como el color de los ojos. Esto es conocido como Selección Sexual, la otra mitad menos conocida de la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Así que, inconscientemente, si eres mujer utilizas maquillaje no solamente para “sentirte bien en tu autoestima”, sino para no dejar de pasar la oportunidad de verte bien para el sexo opuesto y para competir con los marcadores de belleza/salud del resto de las mujeres.
El mismo caso, como ya lo abordamos en otro artículo, sucede con el cabello y el montón de productos que existen en el mercado para simular y mejorar su salud.
Ese también es un estímulo supernormal que de hecho podríamos considerar parte del maquillaje, como lo serían de la misma forma las fajas reductoras de tallas y todos esos productos que modifican el cuerpo femenino; porque no olvidemos que la proporción cadera-cintura, tema que ya hemos abordado también antes, es otro de los ejemplos de lo que los estímulos supernormales pueden simular.
El problema con el maquillaje
No vamos a abordar de los problemas que químicamente pueden acarrear el uso de maquillaje y los ingredientes que contiene (por más que digan las marcas de cosméticos que no hace ningún tipo de daño).
El verdadero problema del uso de maquillaje es psicológico. Y es que, para muchas mujeres, funciona como una especie de ilusión de “ya hice algo por mi”, y dejan a un lado el resto de cosas que deben hacer para en realidad ostentar las características que el maquillaje solamente simula.
La mayoría de las características que el maquillaje cubre o exagera están relacionadas con la nutrición y la salud general, la cual es mucho más importante cuidar que solamente la apariencia externa, la cual es de hecho producto de la salud misma. O de la falta de ella.
Así que solamente debes preguntarte: lo que ocupo, tanto de tiempo como de recursos, en preocuparme y ocuparme del maquillaje, ¿también lo estoy ocupando en obtener una mejor salud general?
Después de todo, muchos de los problemas que tratas de mejorar con el maquillaje desaparecerían con ocuparte de hacer lo que se necesita para ser más saludable. Incluyendo tu falta de autoestima y tu necesidad de presentar cierta apariencia a los demás.
Así que no hay nada malo en maquillarse, solamente cuando piensan desde este punto de vista, y cuando al menos son conscientes de su situación real y no solo superficial.
Piénsenlo.
Y dejen de pensar que lo que hacen lo hacen por lo que creen que lo hacen. No solamente en cuanto al maquillaje.
Ya también escribí sobre eso.
Referencias
Barrett, Deirdre (2010). Supernormal stimuli: How primal urges overran their evolutionary purpose. New York: W.W. Norton & Co.
Haelle, Tara (2018). What the Research Says About 10 Controversial Cosmetics Ingredients. SELF. https://www.self.com/story/controversial-cosmetics-ingredients-research
Jones BC., et al. (2004). The relationship between shape symmetry and perceived skin condition in male facial attractiveness. Evolution and Human Behavior, 25(1) 24-30. DOI: 10.1016/S1090-5138(03)00080-1
Little, AC., Jones, BC. & DeBruine LM. (2011). Facial attractiveness: evolutionary based research. Philosophical Transaction of The Royal Society, 366(1571). DOI: 10.1098/rstb.2010.0404
Muñoz-Reyes, JA, et al. (2015). Facial Features: What Women Perceive as Attractive and What Men Consider Attractive. PLOS one, 10(7). DOI: 10.1371/journal.pone.0132979
Plum, Richard O. (2017). The Evolution of Beauty: How Darwin’s Forgotten Theory of Mate Choice Shapes the Animal World and Us. New York: Doubleday (Penguin Random House).
Rantala MJ., et al. (2013). Facial attractiveness is related to women’s cortisol and body fat, but not with immune responsiveness. Biology Letters, 9(4). DOI: 10.1098/rsbl.2013.0255
Statista (s.f). Cosmetics Industry in the U.S. – Statistics & Facts. https://www.statista.com/topics/1008/cosmetics-industry/