La mayoría (si no es que todos) los propósitos de año nuevo para mejorar dependen de adoptar buenos hábitos. Como el experto en hábitos, James Clear, lo resume, “los hábitos son el interés compuesto de tu mejoramiento personal”. En NelsonRazo.Com de hecho ya analizamos cuál es la clave para adoptarlos desde el punto de vista de nuestra identidad. Inclusive ya conocemos varios malos hábitos y por qué debes deshacerte de ellos.
Por otro lado, en este blog ya analizamos también por qué existen los hábitos y cómo podemos aprovechar su existencia en El poder de los hábitos, así como por qué las mañanas son más efectivas para establecer un buen hábito en Las mañanas y tu fuerza de voluntad.
Con todo lo anterior como fondo, lo que ahora nos interesa, en el espíritu tradicional de los propósitos de año nuevo, es entender por qué las estadísticas nos muestran que solamente el 8% cumplen con dichos propósitos. Y cómo tener más posibilidades de ser parte de ese 8%.
Propósitos incumplidos
Procrastinar es el hábito de retrasar actividades que deben hacerse sustituyéndolas por otras menos relevantes o más agradables. La palabra proviene del latín, y la forman pro (adelante) y crastinus (referente al futuro). Es decir, dejar todo para el futuro. Precisamente lo que hacemos con los propósitos cada inicio de año. Y lo que seguramente haces durante todo el año con muchas actividades que sabes son muy importantes pero no te gusta hacer.
Es muy probable que te identifiques con el mal hábito de postergar la limpieza de la casa en favor de un episodio de tu serie favorita. Y lamentablemente no estás sol@, ya que esta tendencia es inherente en la mayoría de los seres humanos por el hecho de ser humanos.
¿Por qué procrastinamos, entonces? Simple: porque ya no vivimos en el paleolítico. Pero nuestros cerebros se quedaron en esa época. Porque para nuestros ancestros era mucho más beneficioso atender las necesidades de corto plazo. Después de todo, si no lo hacían podían quedarse sin comida, sin descendencia, o convertirse en el alimento de uno de tantos depredadores.
La ecuación de la procrastinación
Procrastinamos porque estamos diseñados por la evolución para hacerle caso primero al sistema límbico, y hasta mucho después a nuestro cortex prefrontal. La primera es la parte primitiva de nuestro cerebro, encargada de las emociones y la reacción ante el estrés; la segunda es la parte más nueva en donde se generan los pensamientos racionales, precisamente lo que podríamos considerar que nos hace humanos pensantes.
Esa procrastinación, para entenderla y poder lidiar con ella, la podemos entender con una simple ecuación, parte de la Teoría de Motivación Temporal propuesta por el Dr. Piers Steel:
Motivación = (Expectativa * Valor) / (Impulsividad * Demora)
Esta ecuación es muy útil para superar el mal hábito de la procrastinación y poder hacer algo al respecto. Como por ejemplo, en realidad lograr tus propósitos de año nuevo. Veamos en qué consiste.
Por qué no consigues tus propósitos
En su bestseller, The Procrastionation Equation, el Dr. Steel explica que la motivación es la fuerza de voluntad necesaria para lograr lo que deseamos. Si algo nos motiva, trabajamos por ello lo suficiente como para alcanzarlo. O al menos para acercarnos. Como ese propósito de bajar de peso o perder menos tiempo en actividades ociosas.
La expectativa se refiere a qué tanto crees que puedes lograrlo. Si te sientes cómodo con lo que tienes que hacer, tendrás alta expectativa. El valor son las recompensas que recibes al esforzarte por lograr tu objetivo y qué tanto placer o estrés te causa la actividad.
En el otro lado de la ecuación, la impulsividad se refiere a qué tan susceptible eres de caer en distracciones o hacerle caso a tus impulsos de hacer otras cosas en lugar de la actividad necesaria. Podríamos considerarlo tu cantidad de fuerza de voluntad.
Por último, la demora consiste en la cantidad de tiempo entre el ahora y cuándo conseguirás las recompensas por tu esfuerzo. Entre más tarda en llegar la recompensa, más tiendes a procrastinar.
Así que, ¿cuáles de las variables de la ecuación son las más problemáticas para ti? ¿Cómo puedes ser de ese 8%?
Las razones por las cuales fallas en tus propósitos
Adaptada a puntos prácticos, la ecuación de la procrastinación nos ayuda a comprender que la mayoría de las personas no consiguen establecer los hábitos necesarios para cumplir sus propósitos anuales por una o varias de cinco razones:
1. Operas con un enfoque de corto plazo. Quieres los resultados lo más pronto posible.
2. No tienes un verdadero plan de acción. Solo estableciste metas pero no métodos.
3. Te enfocas en demasiadas cosas. Quieres cambiar y establecer varios hábitos al mismo tiempo.
4. Comienzas con un objetivo demasiado grande. “Bajar de peso” es un objetivo muy general.
5. Creer que los propósitos de Año Nuevo son algo que haces, no algo que eres. Los demás son aspectos prácticos; este es psicológico. Y crucial.
Cómo cumplir tus propósitos este año (ahora sí)
Lo más normal del mundo es comenzar el año con propósitos y muchas ganas de hacer lo necesario para conseguirlos. Sin embargo, para finales de enero, esa motivación ya no existe o está por los suelos. ¿A dónde se fue todo ese entusiasmo?
Pero lo que en realidad debes preguntarte es ¿en realidad lo necesito?
“El entusiasmo es común; el compromiso es raro”.
No cumples tus propósitos anuales en gran parte porque saber qué hacer no es el problema (aunque éste sí es el problema para muchos). El problema es la falta de compromiso real para lograrlos.
Como en realidad no son cosas de vida o muerte (al menos no el el corto plazo) como lo eran para nuestros ancestros, saber que necesitamos trabajar para lograr nuestros propósitos, y saber qué hacer, no es suficiente para la mayoría. Por esto es necesario el compromiso.
Y para comprometerte necesitas entender que tus propósitos tiene un valor. Y no solamente comprenderlo, sino adoptarlo. Además, también entender que es probable que debas cambiar muchos de tus valores que se oponen al cumplimiento de tus propósitos. No en vano ya abordamos este tema en La falacia de los valores.
El valor de tus propósitos
El valor que le asignas a lo que haces para conseguir tus propósitos es igual de importante que el valor que le asignas al propósito mismo. Y ese valor es personal.
Si uno de tus propósitos es perder peso, seguramente valoras la salud. ¿Pero por qué la valoras realmente? Muy probablemente porque valoras estar viv@ para poder educar y ver crecer a tus hijos. O para tener la suficiente energía toda tu vida para llevar a cabo tus metas. Ese es el valor real.
¿Por qué es importante el valor personal que le asignas a tu esfuerzo? Porque:
1. Sirve como una poderosa herramienta útil en cualquier situación. Como valoras tu salud más que preocuparte por lo que piensen los demás, no aceptas tantas invitaciones a perder el tiempo en lugar de salir a hacer ejercicio. O esa gran rebanada de pastel solamente porque los demás también están comiendo. O porque simplemente “se te antojó”.
2. Obtienes control y responsabilidad sobre tus acciones. El valor que le asignas a tus propósitos es interior, no exterior. No huyes de esos valores, vives con ellos. Siempre están ahí, independientemente de las circunstancias que te encuentres que pueden invitarte a dejar de trabajar en tus buenos hábitos.
Caes al nivel de tus sistemas
El tema de los hábitos, la procrastinación y lograr nuestros propósitos de año nuevo es complejo, así que dejaremos para un siguiente post de Cuídate Hoy los aspectos prácticos.
¿A pesar de que ya se está acabando Enero? Sí, a pesar y de hecho precisamente por eso: porque los propósitos de año nuevo no tienen necesariamente que convertirse en una presión por comenzarlos en cuanto el año inicia.
De hecho, parte importante para cumplir tus propósitos reside en establecer un plan funcional de acción. Y más que un plan, un sistema. Y con ese sistema no inicias el primero de enero. Mucho menos si ni siquiera sabías que no tener un sistema es uno de los primero errores que impiden que más del 90% no consigan sus propósitos. Requieres de un tiempo para diseñarlo y ponerlo en marcha. Nunca olvides que:
“No te levantas al nivel de tus metas; caes al nivel de tus sistemas”.
— James Clear
Referencias
Clear, J. (2018). *Atomic habits: An easy and proven way to build good habits and break bad ones*. New York, NY: Avery.
CrashCourse (2017). Procrastination: Crash Course Study Skills #6. https://youtu.be/x2y_SLOvOvw
Cvijetic, Z. (2017). This Will Help You Conquer New Year Resolutions. Medium. https://medium.com/@zdravko/5-things-that-will-help-you-conquer-your-new-year-resolutions-3965dcc4e7a9
Kadavy, D. (2016). Values Over Resolutions. Medium. https://medium.com/the-mission/values-over-resolutions-1ff69768c49f
Norcross J., Mrykalo M. & Blagys, M.(2002). Auld lang syne: success predictors, change processes, and self-reported outcomes of New Year’s resolvers and nonresolvers. Journal of Clinical Psychology, 58(4), 397-405. doi:10.1002/jclp.1151
Practical Psychology (2018). How to keep a New Year’s Resolution 2018 – 8 Tips to Stick to your Habits. https://youtu.be/jqAdjLK29SU
Steel, P. (2012). *The procrastination equation: How to stop putting things off and start getting things done*. Harlow: Prentice Hall Life.